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Porque si quieres, puedes

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En España hay actualmente más de cuatro millones de voluntarios, sin embargo aún no se encuentra entre los países de la UE con mayor número de voluntarios

Durante los últimos años ha sido muy destacable el aumento del número de voluntarios mayores de 65 años

“Cuando me jubilé quería seguir siendo útil, seguir haciendo algo para colaborar con la sociedad”

Las cifras son moderadas aún. Según un estudio elaborado por el Centro de Investigación Social (CIS), España cuenta actualmente con más de cuatro millones de voluntarios, una cifra no muy alentadora si tenemos en cuenta que sólo ocupa una franja del 23% de la población, cuando otros países como Países Bajos, cuentan con una franja del 54% de población que se dedica al voluntariado. No es despreciable, pero aún es poco.

Asimismo, un estudio elaborado por el Ministerio de Sanidad, política social e igualdad en 2011 afirma que casi el 42% de los voluntarios tienen edades entre los 18 y 35 años, un perfil de edad más joven, pero sin embargo es destacable resaltar que en los últimos años ha crecido el número de personas voluntarias mayores de 65 años. El por qué de este crecimiento podríamos encontrarlo en la premisa de que cada vez más personas mayores quieren seguir sintiéndose útiles y partes importantes de una sociedad que parece dejarlos siempre a un lado, casi desecharlos.

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Apartados del mundo

Sobre esto, la psicóloga y docente de la Universidad Miguel Hernández, Raquel Lorente, tiene claro que los mayores aún pueden aportar su granito de arena a la sociedad: “Pensamos que no son útiles pero hay muchas cosas que podríamos hacer aún para aprovechar sus capacidades, se merecen un descanso, sí, pero no quieren estar apartados del mundo” opina. Y casos como el de Pura Muñoz, de 64 años, jubilada y voluntaria de la Cruz Roja en Murcia, nos remiten esta verdad: “Cuando me jubilé quería seguir siendo útil, seguir haciendo algo para colaborar con la sociedad” comenta. Ella se encarga de Agenda telefónicas de seguimiento de usuarios de teleasistencia desde su incorporación el año pasado. Es un ejemplo de que cualquier persona puede seguir siendo útil a la sociedad y en un aspecto tan altruista como este.

Por el contrario, el aspecto más triste es que a veces, personas que podrían aportar muchísimo, son dadas de lado por la sociedad, tachadas de obsoletas. Lorente lo sabe bien, trabajando para la Residencia de Ancianos de Savia, en La Nucia, lo ha visto: “Iba a trabajar pensando que cuando las personas llegaban allí lo hacían con grados de dependencia muy severos, pero puedo afirmar que hemos llegado a tener 30 personas con un grado de deterioro severo y el resto, unas 50 personas, te sorprende que estén allí cuando en realidad son muy válidas”, una triste realidad a la que añade que: “Obviamente muchos han decidido estar allí, pero hay un importante número de personas que han sido llevadas, sin tener en cuenta su opinión”. Es triste finalizar así una vida que aún tendría mucho que aportar.

La importancia de ser voluntario

Muchas organizaciones, hoy en día, dan la oportunidad a la gente de desarrollar este tipo de labores sociales tan enriquecedoras como la acción del voluntariado. Una de ellas es la Cruz Roja. El 6 de julio de este año, esta asociación cumple 150 años ayudando a los que más lo necesitan, y uno de sus aspectos más importantes es el voluntariado de mayores, ya que, según el CIS, el 24,6% de los voluntarios se dedican a labores de dispacacidad y dependencia.

Las razones por las que una personas se dedica al voluntariado son muy diversas, pero según Rosa Navarro, Directora de Voluntariado y desarrollo local de Cruz Roja de Murcia “el más puro es el de querer solidario” algo con lo que coinciden José Silverio Morera, jubilado y Voluntario de mayores en Cruz Roja en Murcia: “Como el 99,99% de las personas que se apuntan: Yo quería hacer algo bueno por los demás”. El caso de este voluntario es muy curioso, a los 33 años sufrió un infarto muy severo, como el mismo comenta: “Volví a nacer, superé mis problemas y llegó un momento en el que me planteé que podía hacer yo para ayudar a otras personas”. Un caso muy loable. ¿Pero qué con ese restante 77% de la población que no es voluntaria?.

“El voluntario que tiene un compromiso continuado y sistemático, es el que tiene un puesto fijo de trabajo”

“Nos ponemos impedimentos que en realidad no tenemos porque, como yo siempre digo, si quieres, puedes”

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Los motivos para no ser voluntario a menudo son los mismos. Según el CIS, la falta de tiempo es un factor muy importante, el 35,6% de la población lo ponen como excusa, mientras que el 34,7% alegan falta de interés. La falta de interés se podría aceptar, pero, para estos voluntarios y responsables del área alegar una falta de tiempo no es una excusa. Según Rosa Navarro, preguntada acerca de si es compatible tener un puesto de trabajo y ser voluntario, lo tiene claro: “Perfectamente” y añade “Me atrevo a afirmar que el voluntario que tiene un compromiso continuado y sistemático, es el que tiene un puesto fijo de trabajo”. Algo con lo que coincide Adelina García, una de las responsables del área de Voluntariado de Mayores en la Cruz Roja: “No existe un estándar establecido en el que el voluntario tenga que hacer un número determinado de horas, depende mucho de la actividad, de las necesidades de cada usuario y de la disponibilidad que el voluntario tenga, por lo tanto, hay un margen de flexibilidad que permite que personas que tienen sus propias responsabilidades de trabajo y familia, puedan aportar esa ayuda, a lo mejor no tanto como alguien que disponga de más tiempo, pero pueden intervenir perfectamente”. Rosa Navarro incluso argumenta que han llegado a tener desde voluntarios que acudían dos o tres veces por semana, hasta aquellos que sólo colaboran una vez al año en determinados eventos. José Silverio lo sabe muy bien, como voluntario opina que “Si de verdad quieres y lo sientes, sacarás el tiempo de donde sea, ya trabajes diez horas diarias o todos los días de la semana, obviamente será más difícil pero no resulta imposible, nos ponemos impedimentos que en realidad no tenemos porque, como yo siempre digo, si quieres, puedes”.

 

Lo que se consigue con ser Voluntario

“Con los voluntarios que están colaborando en domicilios se genera un vínculo muy fuerte”. Esta frase de Adelina García resume lo que muchos voluntarios sienten y reafirmar su deseo de seguir ayudando. “Llegas a implicarte mucho porque, cuando ves a gente tan sola y que simplemente con una llamada de teléfono los haces sentir bien, eso te llega” comenta José Silverio. Otra de sus compañeras voluntarias, María Dolores Mármol, de 55 años y actualmente desempleada, ha encontrado un refugio y una vida plena en la acción del voluntariado: “Cuando llegas a tu casa por la noche después de un día allí, te sientes bien, lo notas” coincide, a lo que añade que “Son gente con mucha ternura y cariño para dar y que se encuentran realmente solos. A veces llegas a ser incluso más que un familiar, porque en muchos casos o no tienen familia o esta no llega a implicarse con ellos tanto como nosotros”.

cruzrojaLa compañera de ambos, Pura, coincide en que: “A veces me paso hablando con una persona hasta una hora, te encuentras a muchas personas que necesitan que las llames, aunque sólo sea para contarse lo que han hecho ese día, y que con tan poco, sólo escuchar, te dan las gracias”. Ella conoce desde siempre muy bien la acción del voluntariado pues, antes de ser voluntaria, su madre era usuaria de la teleasistencia, “Mi madre contaba con este servicio, ya que mi hermana y yo trabajábamos y pasaba mucho tiempo sola, y estaba tan contenta y hablaba tanto del cariño que le aportaban, que me interesé por ello”.  Y no sólo se trata del cariño que se recibe, según Adelina García, se trata sobre todo de mejorar la calidad de vida de las personas. “Hemos llegado a situaciones en las que hemos tenido a una persona mayor encamada, sin ganas de nada, y al mes de asignarle un voluntario, lo veías salir a la calle con su andador, prácticamente trotando” comenta ilusionada. No es sólo lo que das, también es lo que recibes.

De esta manera el voluntario se convierte en un trampolín para esa persona mayor, es el que hace que se rompa ese círculo vicioso en el que se encuentra, por esa falta de apoyo que tiene para realizar actividades que fomenten su autonomía.

Botón de la salvación

colgante_teleasisntenciaSon muchos y muy diversos los programas de ayudas a mayores dispensados por la Cruz Roja. El más conocido es el de la teleasistencia, y la Cruz Roja fue pionera en su implantación. Se trata de un teléfono inalámbrico que se instala en la casa, que se complementa con un colgante o pulsera que la persona mayor debe llevar siempre puesta, de manera que si a la persona mayor le pasara cualquier cosa: se cae, le da un mareo, se le ha quemado algo o incluso simplemente oiga un ruido y no se sienta segura, esta pulse ese botón, conocido coloquialmente como “botón de la salvación”. Inmediatamente, desde un centro de coordinación que funciona las 24 horas, sale en la pantalla toda la información de esa persona: nombre, apellidos, edad, enfermedades que tiene, etc., la persona que este al cargo en ese momento se pondrá en contacto con esa persona para ver lo que le ha pasado, esté donde esté, sin que el mayor accidentado tenga que coger el teléfono. Esa persona llamará al servicio que corresponda, bien sea la policía, los bomberos, el 061 o la propia Cruz Roja.

Otras ayudas con los “Vehículos de transporte adaptado” de los que dispone Cruz Roja, los usuarios de estos vehículos son personas dependientes, personas mayores, que quieran asistir a la realización de talleres sobre gerontogimnasia o hábitos saludables y no puedan llegar por sus propios medios, se les ofrece este servicio de traslado y vuelta a su domicilio. Y otro programa muy importante, el de ayudas técnicas, que son necesidades puntuales que tiene la persona mayor, que, por ejemplo, va a hacer un gasto y comprarse una silla de ruedas cuando en realidad sólo la va a necesitar por un tiempo, la Cruz Roja se encarga de proveer a esta persona de esas “herramientas” puntuales que le hacen falta. Lo mismo ocurre con colchones y camas articuladas, o una grúa para poder mover a la persona mayor.

Por otro lado, el LOPE, localizador de personas por satélite, es una teleasistencia móvil enfocada a personas que ya presentan un gran nivel de deterioro cognitivo, con el cual están monitorizados constantemente, sin ningún botón que pulsar. La familia también tiene acceso a este localizador, de manera que pueda tener a la persona mayor controlada en todo momento.

Según Adelina García, medidas como estas pretenden “Fomentar la autonomía de la persona mayor a la vez que tranquiliza a la familia que tiene esa constante preocupación por la seguridad de sus familiares mayores”.

El fomento de los cuidados en casa y la ley de dependencia

“Que haya una ley que quiera fomentar la autonomía y prevenir la dependencia, es muy necesario, sobre todo en un país tan envejecido poblacionalmente como España” opina la docente Raquel Lorente. Sin embargo, también añade que hay mucho general y muy poco particular. “Es muy necesaria pero se ha retrocedido bastante en cuanto al planteamiento inicial, no está bien organizada para que realmente sea efectiva”. Un ejemplo muy evidente es la denegación, en muchos casos, de las prestaciones económicas para cuidadores no profesionales, un caso que se ha visto agravado por la crisis, y que afecta a muchas personas dependientes. “Es irreal que alguien pueda hacer algo así, porque si se demuestra que una persona está en situación de dependencia realmente necesita esa ayuda y quizá mejor cuidado que en casa no va a estar” opina Lorente.

Casos como estos, en los que se deniegue una compensación económica supuestamente para prevenir “el pillaje” son muchos y cada vez el problema es más grande. Cuesta mucho cuidar a una persona en situación de dependencia, pero igualmente cuesta mantenerla si no se tienen ayudas. Con ello, ¿se están fomentando los cuidados en casa apoyados por enfermeros o fisioterapeutas que proporcionen apoyo o lo que se fomenta en realidad es el ingreso de la persona mayor en una residencia?.

Se diría que pensar en el bien de la persona con dependencia es lo más conveniente. Pero quizá muchas veces no es así.

Arte y Cultura como terapia y modo de interacción social

Muchas son las opiniones que afirman que la realización de actividades diarias y excursiones fomentan la autonomía y ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas en situación de dependencia. Con este motivo, el Museo de Bellas Artes de Murcia (MUBAM), ofrece desde hace unos mees una actividad cultural y social llamada “Proyecto Alzheimer MUBAM”, que consiste en un programa de visitas guiadas para pacientes de Alzheimer y sus familiares y/o cuidadores. Estas visitas se dan en torno a una serie de obras previamente seleccionadas por profesionales sanitarios y personas expertas en Historia del Arte, Didáctica y Educación, y se muestran a este público con el objetivo de mejorar su memoria y sus capacidades cognitivas.

Para ello, estas personas son evaluadas antes, durante y después de cada uno de estos visionados, en temas de memoria, emociones, atención, conducta y observaciones de los familiares o cuidadores. Estas terapias se ha demostrado que pueden lograr no solo posibles retrasos del envejecimiento cerebral, sino también, y lo que es más importante, que las personas con Alzheimer se encuentren motivadas, ya que se incentiva el fomento de hábitos saludables con la participación en la vida cultural y social de la personas con Alzheimer y sus acompañantes.

 Este proyecto de investigación que une arte, museo, educación, terapia y medicina, pionero en esta línea en España, se inició en el 2008 siendo uno de los pocos que se llevan a cabo en Europa. Puede participar todo aquel que lo desee pidiendo previa cita en el museo. Una actividad muy saludable a la par que enriquecedora.

Una de las sesiones en el MUBAM
Una de las sesiones en el MUBAM

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Portada del libro

 

‘Juntos, nada más’ es una de esas novelas que, por su sencillez y cercanía, maravillan a todo el que la lee. La soledad, o los efectos devastadores que tiene, es el epicentro de este huracán de sentimientos que afloran, de relaciones que se entremezclan, de la curiosa afinidad de personas que no tienen nada en común las unas con las otras pero que, sin embargo, establecen unas conexiones inquebrantables. La magia de esta novela radica en su sensibilidad para tratar los temas más dolorosos y en cierto optimismo bajo la superficie que nos dice que la vida puede ser mucho mejor de lo que es, si intentamos cambiarla. Muy recomendada para los cuidadores y familias de personas dependientes, quienes podrán ser testigos y, a la vez, verse reflejados en la singular relación entre dos de los cuatro protagonistas, Paulette y Camille.

A continuación adjunto un resumen y una reseña del libro para los que estén interesados en adquirirlo.

Título: Juntos, nada más

Nº de páginas: 544 págs

Año publicación: 2007

Encuadernación: Tapa blanda

Editoral: SEIX BARRAL

Lengua: CASTELLANO

Resumen

Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Frágil y desorientada, malvive en una buhardilla y parece esmerarse en desaparecer: apenas come, limpia oficinas de noche, y su relación con el mundo es casi agonizante. Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que p odría ser desalojado; es tartamudo, un caballero a la antigua que vende postales en un museo, y el casero de Franck Lestafier, cocinero de un gran restaurante. Franck es mujeriego y malhablado, casi vulgar, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo añorando su hogar y las visitas de su nieto. Cuatro supervivientes, cuatro personajes magullados por la vida, cuyo encuentro va a salvarlos de un naufragio anunciado. La relación que se establece entre estos perdedores de corazón puro es de una riqueza inaudita, tendrán que aprender a conocerse para lograr el milagro de la convivencia. Juntos, nada más es una historia viva, con un ritmo suspendido en el aire, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad.